La alcachofa es un producto que en temporada es una delicia , hoy os enseñaremos a guardarlas confitadas para poderlas tomar siempre que queráis.
Lo más pesado es pelarlas , hay que hacerlo con cuidado y sin que se rompa el tallo, vamos sacando las primeras hojas y luego con la ayuda de un cuchillo las vamos torneando.
Cuando ya están peladas las ponemos en una olla y cubrimos con aceite de girasol.
Calentamos a fuego suave sin que llegue a freír y las dejamos durante una hora.
Conservamos en el mismo aceite.
Ahora ya están listas para tomar solas o como acompañamiento.